Juegos que me influyeron como desarrollador: Teenage Mutant Ninja Turtles

Durante la etapa consolera de Super Nintendo hubo un gran auge de los juegos de lucha. El motivo principal de esto era el éxito que tenían este tipo de juegos en las salas Arcade y las posibilidades que tenía esta consola para traernos a casa una conversión de las mismas (Aunque la mejor para esto era la Neo Geo, pero era un poco cara). Yo además, por aquel entonces era un joven, inocente, gran seguidor de las Tortugas Ninja o Teenage Mutant Ninja Turtles (TMNT) que se subieron al tren de “repartir tortas” en muchas máquinas domésticas y portátiles.


Hubo una gran cantidad de títulos basados en la saga de estas tortugas con nombres de artistas famosos y en todos ellos solía escoger a Donatello y su Bo para castigar a los malos siendo fiel a la mi tortuga favorita en la serie de dibujos animados (aunque odiaba su voz en el doblaje en español, me gustaban sus inventos). Sin embargo fueron dos los títulos a los que más horas eché y que más me gusta re-jugar cuando entro en modo retro y enchufo la consola para revivir los viejos tiempos: Teenage Mutant Ninja Turtles IV: Turtles In Time y TMNT: Tournament Fighters.

En el primero Teenage Mutant Ninja Turtles IV: Turtles In Time, la acción se desarrolla a modo de los clásicos Final Fight (lo que aquí llamábamos un “yo contra el barrio”), donde teníamos que ir dando palos a todos los secuaces de Shredder que aparecían por nuestra pantalla e ir avanzando por las calles de Nueva York y además, viajando en el tiempo.




Era un juego un poco difícil, y como era costumbre si queríamos ver el final bueno no valía completarlo en los modos más fáciles, así que la solución era las partidas en cooperativo. Y es que Super Nintendo nos permitía jugar a dobles y echarnos una mano entre compañeros, con la peculiaridad de que había discusiones a la hora de decidir quién tenía menos energía para coger la pizza (que se encargaba de llenarla).

Teenage Mutant Ninja Turtles IV: Turtles In Time era un juego tremendamente divertido y lleno de acción donde solo había dos ítems, la ya citada pizza que recargaba la vida y una especie de “pizza bomba” que nos hacía dar un movimiento giratorio por toda la pantalla acabando con todos los malos que se cruzasen en nuestro camino. Sin embargo nos daba bastante variedad a la hora de elegir nuestro estilo de juego, ya que cada tortuga tenía sus pros y sus contras (aunque eran diferencias muy sutiles). Por ejemplo Donatello era ligeramente más lento, por lo que tardaba más en recuperarse de los ataques y te podían pillar por la espalda, pero sus ataques eran más potentes y llegaba a más distancia. Leonardo estaba bastante equilibrado, aunque su movimiento final en la serie de golpes también te dejaba vendido. Michelangelo era similar a Donatello, pero con menos alcance, y un poco más rápido a la hora de girarse para defenderse de ataques por la espalda. Raphael finalmente era el más rápido pero de alcance y contundencia más limitados. (Aunque las diferencias eran bastante sutiles creo recordar).

Otra cosas a destacar de este juego y que eran también comunes en este género era la posibilidad de usar elementos del escenario para acabar con nuestros rivales y, mucho más importante, la posibilidad de agarrarlos y lanzarlos por los aires. Y es que en este título se añadió gracias a las posibilidades de Super Nintendo, que no solo pudieras lanzarlos a otro lado del escenario como en otros juegos, si no también hacia la pantalla, creando un efecto 3D muy chulo que además se convierte en mecánica para derrotar a uno de los jefes finales.


Cambiando a TMNT: Tournament Fighters no hay tanto que comentar, pues se trataba de un juego de lucha 1vs1 con un estilo clásico, pero eso sí, con un acabado muy bueno, una variedad decente de personajes, escenarios y modos de juego (para aquella época). Aquí además las diferencias de combate entre las tortugas eran mucho más evidentes y además, cada una tenía su ataque especial para ejecutar cuando se llenaba la barra que estaba situada debajo de la de vida.



Ambos juegos eran increíblemente divertidos y pasé bastantes horas jugándolos, junto con algún otro que también me pareció interesante como Teenage Mutant Ninja Turtles - Back from the Sewers de Game Boy, y tuvieron la culpa de que empezara a interesarme por cómo se hacían los juegos de lucha y a diseñar alguno de ellos sobre el papel, lleno de personajes y movimientos especiales. Sin embargo aquella “moda lucha 2D” pasó y no he vuelto a planteármelo. Pero quien sabe. Si sigo en esto es algo que tengo pendiente.


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